Llego el día en que mis flacos favoritos se unieron
en el sagrado sacramento del Matrimonio. Fue una ceremonia súper emotiva y
repleta de detalles. Duró 2 horas, y es normal que dure tanto en
matrimonios de personas súper de Dios, porque viven a plenitud cada momento
especial de la Eucaristía.
Algunos comentaban que había sido la boda más
bonita a la que habían asistido. Y no es de dudarlo, viniendo de 2 mentes
creativas como Brendecha y José, sumado a que ambos pertenecen a familias súper
bendecidas y llenas de valores, iban aprovechar cada instante para transmitir
lo mucho que los aman.
Brenda y José, son los mayores de una familia
de 3 hijos y además son los primeros en casarse en ambas familias. No se puede
describir la intensidad que se vivió el momento en el que ambos padres entregaron
a sus hijos. Las lágrimas no pudieron contenerse en el rostro de más de uno. Yo estaba llorando
desde que empezó la marcha nupcial, al ver a Brenda desfilando hacia al altar
sumamente hermosa y feliz, haciendo realidad uno de sus tan anhelados sueños.
Hay 3 momentos de la ceremonia que nunca
olvidaré: el abrazo que le dio tío Frank a José, antes de entregarle a Brenda;
los votos (¡Que hermosas palabras de José! Lo siento Brendecha, te ganó,
escribe más lindo que tu :P) y el ofertorio, cada uno de los símbolos que se
entregaron representaban verdaderamente sus vidas. Especialmente, los logos de
las comunidades en las que han servido.

Infinitas gracias a Dios por permitirnos vivir
juntas cada etapa importante y momento trascendental de nuestras vidas.
La pregunta es, ¿Quién será la siguiente?