En Arantzazu tuve la oportunidad de
conocer un pastor de ovejas, y sobre todo visitar una grana llena de ovejas.
Es curioso como en el país vasco el pastoreo es
una profesión importante y respetada. Este sector forma parte del ministerio de
Ganadería y hasta cuenta con una universidad donde pastores van a prepararse,
no solo de España sino también de Chile, Argentina e Israel.
En su granja se obtienen muchos productor a
partir de la leche de la oveja. Dentro de ellos, uno de los quesos Idiazabar
mas bueno que he comido.
Esa pequeña analogía me hizo reflexionar en Jesús.
El es nuestro pastor y nosotros somos sus ovejas. Me imagine que si le
preguntamos cuantas ovejas tiene, contestaría ¿Cuáles? ¿Las blancas o las
negras? Ambas son importantes y amadas por El, haría lo que sea por recuperar a
una, y si la pierde haría una gran fiesta al encontrarla.
Un pastor cuida y protege a sus ovejas como su propia vida. Así esta Jesús amando a las personas aunque sean blancas o negras.
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