Güelo se cayó
y se fracturo el radio del brazo derecho. El brazo amortiguó el golpe y permitió
que no se diera en la cabeza o peor que perdiera la vida. Se lo fracturó de
mala manera y se hizo daño en la pierna pero gracias a Dios que solo fue eso.
La pregunta
de muchos es ¿Que andaba haciendo el viejito por ahí?, pues salió caminando
desde su casa de “aquel lao” a visitar la Iglesia de la Virgen de la
Altagracia, con su velón y termo de agua en mano. De regreso a su casa, luego
de haber rezado, fue que sucedió la caída. Se confió de un transeúnte que le
dijo que se podía cruzar por esa calle y sin ser alertado por ningún aviso de
peligro. ¡Algo tan típico en nuestro país! Como peligra la vida de cualquiera
en la calle…
A Güelo lo
operaron el viernes y ya el sábado estaba en su casita, ahora solo queda
recuperarse. Menos mal que el Ingeniero de la obra se preocupó y se
responsabilizó de todos los gastos generados. Y que aunque con bracito chueco
tenemos a Don Pancho entre nosotros.
Este ha sido
un testimonio fiel que Dios no desampara a sus hijos… y menos si vienen de
visitar a su madre J
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