Hace unos
meses leí sobre la energía del dinero… que no debemos vivir preocupados
por la falta de dinero, mientras más lo pensamos y nos quejamos al respecto,
mas tarda en llegar. Debemos estar tranquilos y enfocarnos en dar sin esperar nada
a cambio. Mientras más damos mas recibimos. Ley de vida, todos lo sabemos pero
poco lo creemos y/o aplicamos.
Resulta que Barcelona ha sido una escuela
para mí a nivel monetario, he aprendido
a vivir con lo básico, sin faltarme nada y sin dejar de mimarme en cuanto
antojos comestibles se refiereJ. Claro, sin derrochar ni gastar
de más. Definitivamente he aprendido a organizar mis finanzas porque
lamentablemente el dinero de la manutención nunca llega a tiempo.
Con todo y que vivo con lo justo, siempre
tratando de ahorrar pero sin poder, decidí hace poco poner en la ofrenda de la
iglesia un poco más de lo que habitualmente doy… me olvidé de mis problemas y
lo puse. Luego, decidí enviarle un dinerito a mi Amoi para que por lo menos se
compre unos chocolaticos. El pobre niño pasó de ser mimado por su Nina, en
cuanto antojos se refiere, a breves conversaciones semanales por Skype o
teléfono. Así que no le di mente a lo que vendría después y lo hice…
Pues el martes tía Mary me dio la grandiosa
sorpresa que me había puesto unos chelines. Ella no sabía que la Mescyt aun no
ha pagado y simplemente lo puso porque le nació así. Casi lloro cuando me dio
la noticia. ¡De verdad que no me lo esperaba! Y como los cristianos siempre
vemos las cosas de una perspectiva diferente, agradecí a Dios por su increíble
coincidencia y por el regalo de cuadruplicar lo que sin interés alguno ofrecí
en su momento.
“Hay mayor felicidad, en dar que en recibir”
Hechos 20,35