Regalo de bienvenida

Luego de casi 16 horas de recorrido, incluyendo 2 aviones y una larga espera en Madrid, pisamos suelo Barcelonés. Un color gris cubría el cielo y llovía… esa fue la bienvenida. Un día perfecto para estar en casita.

Me monté en un taxi, estaba tan cansada que los ojos se me cerraban de camino a casa. Y después de estar despistada me fije que había un arcoíris en el cielo, el más grande que había visto. Parecía que cruzaba Barcelona de punta a punta.

Es increíble que entre la lluvia y lo gris del cielo, entre lo hambrienta y cansada que me encontraba, ahí estaba Jesús regalándome un arco de colores que me iluminaba lo que quedaba de día. 

Despedida 2.0

Cada vez es peor… las despedidas son cada vez mas duras. No hace tanto que vine a Santo Domingo, por lo que en teoría no debería ser tan doloroso pero lamentablemente tras 2 semanas intensas de amor, añoñamiento, cariño, calor familiar y sobre todo calor caribeño, al montarme en el avión camino a Madrid no pude dejar de llorar.

Aunque esta vez estaba acompañada, el irme fue igual de duro que la última vez. Ya me lo habían dicho que cada vez que vienes, las despedidas son peores.

Mi consuelo es, que aunque todavía no se, ya casi empieza la cuenta regresiva para volver a la islita. 

Huevito

Hace 3 años me enganché a esta linda tradición de Corpus Christi.

Cada año es igual y diferente a la vez, igual porque la esencia es la misma: porque los claustros y patios interiores de las Iglesias y museos del centro se llenan de flores y colocan en las fuentes el huevo que baila al son del chorrito que sale. Diferente, porque aunque cada ano veas lo mismo, se siente un aire distinto.

Esta fue la tercera vez que lo vi y me encanto como la primera vez… J