El finde
pasado estuvimos celebrando los 70 años de Agustín, el Padrecito de la Cate. La
Celebración fue en un pueblo de Cataluña, Vallfogona de Riucorb, donde hay un
balneario. Estuvimos con él todo el sábado, en un banquete preparado especialmente
por su cumple, seguido de unos recitales y culminando con una misa.
Esa mañana al
llegar al pueblecito, decidimos hacer una excursión por otros pueblos cercanos,
estuvimos en Guimerà que es un pueblecito con casitas súper antiguas de piedra
enganchados a una montana. Vistas hermosas, callecitas pequeñitas, los restos
de un castillo y una torre que te hacían volver atrás en el tiempo.
La excursión
fue interesante, sin embargo una de las cosas que no podré olvidar de ese
pueblo es la experiencia compartida junto a los acompañantes, había varias
personas conocidas y no conocidas del Santu. Todos con un común denominador: Agustín.
Mary, es una
señora de 85 años, súper encantadora… es hermosa, siempre muy arreglada y simpática.
Me recuerda mucho a Guela Yolanda en sus tiempos de sano juicio. Resulta que
Mary vive en una residencia de ancianos cerca del Santu, y forma parte del
grupo de adultos de la Catequesis. Es una señora muy colaboradora que se apunta
a todo, y mientras yo iba haciendo fotos en Guimerà me pidió que por favor le
hiciera una foto.
Me explicó
que ella se hace fotos en todas las excursiones que va, que las imprime y que
las coloca en un álbum para cuando sea viejita tener con que entretenerse,
mirando sus fotos y recuerdos. De verdad que me robó el corazón, Mary tan
dulce, diciendo eso… con 85 años, pensando en cuando sea viejita…. Ojalá yo,
poder llegar cerca de esa edad y al igual que ella tener un espíritu tan joven
que me permita pensar que cosas hacer cuando sea viejita.
¡Gracias
Mary por hacer esta excursión tan inolvidable!