Así comenzó el 2015, escuchando las 12
campanadas del reloj de Puerta del Sol de Madrid por la tele, anunciando que había
llegado el Nuevo Año. Y junto a esas campanadas, estaban las tradicionales 12
uvas, una por cada toque de campana, y que representan los doce meses
que están por llegar. Según la tradición, se cree que el que se coma las doce
uvas al compás de las campanadas tendrá un año próspero.
Sin embargo, no quiero que este 2015 inicie sin
hacer un resumen de mi maravilloso 2014, un año de muchas bendiciones, alegrías
y gratos momentos disfrutados.
Enero, un año que empezó con el calorcito de la
familia en SD y con las pilas recargadas con tanto amor y cariño.
Febrero, con el Santu fuimos de Convivencia a Arantzazu
y Loyola (Pais Vasco), un viaje sin igual, increíble el Santuario de la Virgen, las personas
con las que compartimos ahí y las amistades que surgieron en ese fin de semana.
En ese viaje nació “Las chicas de despliegue” y nuestras fabulosas cenas.
Marzo, mis 26 años. Un cumple más, rodeado de gente linda y sintiéndome la persona mas especial del
mundo.
Abril, un cumple más de Amorino y un Sant Jordi
más, que pude celebrar con él. Este Sant Jordi fue más que especial porque
conocimos a Anna Vives y nos dedico nuestro librito.
Mayo, a un mes de volver a la islita. Empezaba la
cuenta regresiva.
Junio, ese mes fue intenso porque termine el
Postgrado, Amorino y yo cumplimos nuestro segundo aniversario y además pudimos
ir juntos a Santo Domingo y disfrutar de un rico verano en el Paraíso.
Julio, pleno verano disfrutando del buen tiempo
en las playitas cercanas de Barcelona.
Agosto, un mes duro en el trabajo y en el que se
me fueron las compis, sin embargo sirvió para consolidar una amistad verdadera
que no hay distancia que valga. Además llegó Meli a formar parte de mi vida Barcelonés.
Septiembre, un mes de muchos cambios y nuevos
retos, fui promovida en el trabajo, y lo mejor de todo es que Amorino y yo
cerramos el verano con broche de oro, con un super viaje a Mónaco y
Niza que nos salió regalao!
Octubre, empezó un nuevo curso de Catequesis
con una responsabilidad más, formando parte del equipo de
responsables. Además la mayor alegría de todas fue que estuvo Rafa de visita en
Barcelona. Nada como la familia cerca, aunque me volvió loca esos días, no los
cambio por nada.
Noviembre, casi finalizando tuve una gran sorpresa.
El titulo del Máster ya estaba listo, habían dicho que se tardaba más de dos años
porque supuestamente lo firmaba el rey. La sorpresa fue que estuviera listo tan
rápido y que no vi firma del rey por ninguna parte.
Diciembre, cumplí 2.5 años con Amorino y tuve la oportunidad
de vivir una Navidad con su familia. Las fiestas navideñas de aquí no se viven
como en SD, sin embargo, amor y cariño del bueno no me faltó estos días.
Que feliz me siento de poder rememorar todo lo vivido y haber tenido 12 meses
de alegría, amor y muchas bendiciones.