Abrí los
ojos y me sentía diferente…
Sabía que
era un día más que especial. Desde el día antes empezaron las celebraciones y
las muestras de afecto en el trabajo y con mi Amorino.
Lo primero
que hice al despertar fue encontrarme
con un mensaje en Whatsapp de mami, un listín de felicitación que hizo que las
primeras lágrimas del día cayeran por mi rostro. Seguido a múltiples
felicitaciones por teléfono, Facebook y Whatsapp.
Las chicas
me decoraron mi cuartico con letreros y vejigas, y me agasajaron con un riquísimo
Sancochito de Habichuela (Solo de recordarlo se me hace la boca agua de nuevo).
Sus felicitaciones más que especiales me hicieron llorar de nuevo y me
confirmaron que no estoy sola. Dios dispone de sus ángeles para que nos
sintamos acompañados por El. Donde no tienes familia se encarga de poner en tu
camino personas que se convierten en parte de ella. Agradezco infinitamente el
regalo de su amistad Conny y Helen y el amor de Iñaki. De verdad que me mimaron casi como en mi
casa. J
En la noche
salimos a cenar y a mover el esqueleto. Una excelente noche rodeada de buenísima
compañía.
De verdad
que no pude pedir más… mi finde de cumpleaños fue casi perfecto. Empezó el
viernes con cenita y sorpresas de parte de Iñaki, sábado de festejo con comidita
criolla, cenita chévere y bailoteo mode on. Y terminó el domingo con el
concierto esperado de Boyce Avenue.
En conclusión:
un año más, bien celebrado e infinitivamente agradecida con Dios porque tengo
razones en exceso para ser más que feliz!!!