miércoles, 12 de marzo de 2014

Dios no desampara a sus hijos…

El jueves pasado Güelo Pancho se cayó en una zanja de la Zona Colonial. La calle Arzobispo Meriño está en obras desde hace meses dentro de  un plan de adecuación de las zonas turísticas del casco viejo de la ciudad.

Güelo se cayó y se fracturo el radio del brazo derecho. El brazo amortiguó el golpe y permitió que no se diera en la cabeza o peor que perdiera la vida. Se lo fracturó de mala manera y se hizo daño en la pierna pero gracias a Dios que solo fue eso.

La pregunta de muchos es ¿Que andaba haciendo el viejito por ahí?, pues salió caminando desde su casa de “aquel lao” a visitar la Iglesia de la Virgen de la Altagracia, con su velón y termo de agua en mano. De regreso a su casa, luego de haber rezado, fue que sucedió la caída. Se confió de un transeúnte que le dijo que se podía cruzar por esa calle y sin ser alertado por ningún aviso de peligro. ¡Algo tan típico en nuestro país! Como peligra la vida de cualquiera en la calle…

A Güelo lo operaron el viernes y ya el sábado estaba en su casita, ahora solo queda recuperarse. Menos mal que el Ingeniero de la obra se preocupó y se responsabilizó de todos los gastos generados. Y que aunque con bracito chueco tenemos a Don Pancho entre nosotros.

Este ha sido un testimonio fiel que Dios no desampara a sus hijos… y menos si vienen de visitar a su madre J

No hay comentarios:

Publicar un comentario