Hay cosas
que te acostumbras a hacerlas acompañado… pasear, ir al súper, cenar, ver tele…
y de repente llega un día que tus hábitos cambian para siempre.
Lo que hacías,
ya no es así, simplemente porque el cómo y el con quien ya no están…
Es como
volver al principio, empezar de cero, re-adaptarte, lo que hace casi 3 años
costó dejar atrás o asimilarlo, hay que volver a retomarlo porque esas personas
que estaban a tu lado ya no están.
Las despedidas
son duras, porque toca decirles hasta luego a aquellas personas que ocupan un
lugar especial en tu vida. Barcelona me ha regalado amigos, familia, hermanas
que ni siquiera sonándolas las hubiera podido tener. Cada una, ha llegado en el
momento preciso y se ha encargado de aportar cosas en mi vida de una manera
inigualable.
Siguen ahí,
porque aunque no están cerquita físicamente,
están siempre presentes en alma y corazón, a un whatsapp, llamada o
skype de distancia. Aunque ahora me toque empezar de nuevo, hacer cosas como la
primera vez o simplemente por primera vez… sé que estarán acompañándome en
espíritu las hermanas que Dios ha dispuesto para mí en esta aventura.
No hay
distancia, ni diferencia horaria que valga, para mantener viva una amistad
verdadera!
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