Con lo rápido
que se dice… hoy hace ya 10 años de la graduación
del cole. Aquel 23 de julio del 2005 que con tanta alegría y emoción vivimos
los SAEM 05. Hoy es un simple recuerdo, de un peldaño más alcanzado.
Vaya tiempos
aquellos del cole, sin preocupaciones, si mas que pensar sobre la novela de la
tarde, las canciones de Bisbal, los libros de Harry Potter, las fiestas, los
chismes del cole y los profesores… Uff cuantos momentos vividos debajo de la matica
del Parqueo o aquellos secretos escondidos en el Bosquecito, o en el cuartico
de los mapas. Ay Milagros! (La de la venta), como olvidar esas empanadas “latigozas”,
el olor a mentol después de salir de la enfermería o las celebraciones de los días
del músico, la raza, la semana Sanchina o cualquier otra cosa en el Anfiteatro.
¿Quién iba a decir que el Quisqueya iba a calar tan dentro de nosotros? Que iba
dejar una huella tan grande en nuestros corazones y que nos iba a ayudar a ser
lo que somos ahora… tantas horas dedicadas, los profesores, los amigos, los sueños,
los anhelos…
Recuerdo,
que en el algún momento estando en cuarto de bachillerato, siempre surgía la
pregunta de cómo te veías en los próximos 10 años. ¿Qué te digo? Ya han pasado
10 años y seguro que en ese momento pensaba, que ahora estaría casada, con
hijos y ejerciendo mi profesión felizmente. Pues grave error, porque ninguna de
las 3 cosas las he hecho, lo único de todo eso es que soy feliz con lo que soy, como soy y donde estoy. Si a mis
17’s me hubieran dicho que hoy estaría viviendo en Barcelona, trabajando en
algo que me gusta mucho y enamorada de un hombre fabuloso, hubiera dicho que si
me estaban relajando… siempre he sido de planificar todo, y tenerlo todo bajo control, sin embargo, estos últimos 10 años
se han vivido como solo Dios ha querido. J
Seguro que muchísimas
personas, están en la misma situación que yo, pensando en aquellas cosas que
han dejado de hacer o que no han podido lograr… es más, otras probablemente han
hecho más de lo que se pensaban. Sin embargo, me alegra haber podido contar con
personas maravillosas todo el tiempo del cole, que con sus locuras y forma de
ser se encargaron de hacer esos años, los mejores de mi vida.
¿Cómo olvidar
ese sábado 23 de julio? Aquel sábado que con tanto orgullo dejábamos atrás una
etapa de nuestras vidas y nos emprendíamos a ser grandes y adultos… Gracias
Colegio Quisqueya por todo! Gracias SAEM por todo! Gracias KABRAMN por todo!
“Tu providencia Señor y nuestra Fe, mantendrá al
Quisqueya en pie”
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