Llego el
frio de repente, y con la llegada del invierno, llegan las ganas de tomar algo
caliente y que mejor que un chocolatico
caliente, y más si es Embajador. J
Me quedaban
2 tabletas e hice chocolate para dos días, me quedo buenísimo! Cené
esa noche mojándolo en pan de leche, como hacemos en SD. Cuando mordí el primer
pedazo de pan enchumbao de chocolate caliente, me quemé
la lengua y tuve un flashback… de esos TBT (Throw Back Thursday) de facebook que te
llevan verdaderamente atrás.
Recordé esos
viernes por la tarde en casa de Guela Yolanda cuando Guelo Pancho llevaba pan,
era un pan redondo, muy duro por fuera (parecía de agua) y suavecito por
dentro. Recordé el chocolate que Guela hacía para que nos comiéramos ese pan y/o arepa. Recordé que abríamos el
pan en dos, le sacábamos lo de adentro y se quedaba toda la parte dura. Recordé
las muchas veces que me quemé la lengua con ese rico chocolatico. Recordé lo mucho
que jugaba con mis primos en esas reuniones familiares. Recordé lo feliz que
siempre estábamos como familia. Recordé, recordé y recordé… uff, así como el chocolate
te calienta el cuerpo cuando hace frio, los recuerdos te calientan el alma y la
memoria al recordar tantos gratos momentos
vividos.
Gracias Dios
por esos momentos de mi infancia, que me han marcado de una forma tan feliz. J
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