En el día a día uno deja pasar tantas cosas que
tiene frente a frente que ni cuenta se da… hace unas semanas atrás tenía que
solicitar un documento en una oficina del Ayuntamiento.
Luego de media hora de cola con calor y desesperada
porque llegara mi turno, cuando casi tocaba que me atendieran me percaté que una de las chicas que atendía llevaba bastante tiempo atendiendo a
un Señor y entre ellos se hacían gestos y vocalizaban bastante. El Señor era sordo mudo
y la chica que lo atendía sabia lenguaje mediante señas y gesticulaba bien las
palabras para que la entendiera. Ambos se comunicaban con bastante facilidad,
el preguntaba y ella contestaba sus dudas.
Uff, que impresionante fue ese momento para mí,
porque no se me había ocurrido preguntarme como las personas con limitaciones físicas
realizan ese tipo de gestiones, ellos también tienen derecho a solicitar cosas
y sobre todo a ser atendidos respetuosamente sin ser discriminados por su condición.
En esos breves minutos de espera recordé que dichosa soy de poder hablar, escuchar y entender fácilmente todo lo que veo o me dicen… sobre todo que dicha poder ver como se mide el avance de un país en esas pequeñas cosas. La pregunta es ¿cuándo mi país, mi pedacito de isla, mi paraíso llegará a ese punto de desarrollo? Espero que sea pronto y que sobre todo yo o los míos puedan beneficiarse de ello.
En esos breves minutos de espera recordé que dichosa soy de poder hablar, escuchar y entender fácilmente todo lo que veo o me dicen… sobre todo que dicha poder ver como se mide el avance de un país en esas pequeñas cosas. La pregunta es ¿cuándo mi país, mi pedacito de isla, mi paraíso llegará a ese punto de desarrollo? Espero que sea pronto y que sobre todo yo o los míos puedan beneficiarse de ello.
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