En los casi 6 meses que llevo en España
he podido darme cuenta que la razón por la cual estoy en este país no es solo
para hacer maestría y formarme profesionalmente. Además de que ha sido un
crecimiento en cada aspecto de mi vida tanto personal como espiritual, he
entendido que Dios en su plan perfecto me necesitaba de este lado del charco.
Desde que llegué a Barcelona, estuve buscando un grupo carismático al cual integrarme
para seguir haciendo las cosas que hacía en Santo Domingo, pero El quería que
todo fuera diferente. Aquí estoy sirviendo en cosas que allá decía que no me
interesaban… soy catequista de adolescentes de 11 y 12 años, me ha tocado danzar en una Eucaristía (si, increíble pero cierto) y además
pertenezco a un grupo de jóvenes, no carismático, pero bastante bueno.
Hace unos meses atrás Carlos
Cabrera, quien está haciendo Maestría en Madrid, me invitó a que colaborara con él en un Curso Felipe que estarían realizando como
inicio de un grupo de oración. Acepté sin pensarlo y lo dejé en manos de Dios…
Resulta, que ayer me avisa que
lamentablemente no podrán pagarme el ticket para Madrid porque han tenido
muchos gastos y se han salido del presupuesto. Al terminar la llamada, quede un
poco triste y con esa sensación en el corazón de no dejes de ir. Empecé a tirar
cálculos y de verdad, si compraba el ticket iba a quedar muy corta para este
mes… y así mismo me llegó a la mente los tantos malabares que
he tenido que hacer con el dinero desde que llegue aquí, especialmente para
viajar, y gracias a Dios NUNCA ha faltado comida en nuestra mesa.
Le comente a Quique por BB sobre lo
ansiosa que estaba y el sólo me contestó lo siguiente:
“Haz tus maletas y mentalízate que vas (en Fe), que Papa Dios proveerá,
yo no sé cómo, pero dile si Tu quieres que yo vaya, yo voy. Si te provee
para disfrutar porque no para predicar” y concluyó diciéndome: LA FE NO ES PEDIR EL DINERO, LA FE ES HACER LAS MALETAS…
Y así lo hice, compré el ticket sin preocuparme en lo que podía venir después… y como tengo
un Papá que obra de forma rápida y eficaz, esta mañana me pagaron una proporción
de lo que había trabajado (no me lo
esperaba) y minutos más tarde me llamo Carlos Cabrera informándome que me darían
una ayuda para el transporte. Lo más increíble de todo es que la respuesta llegó en menos de 12 hrs y sumando las dos cosas da más de lo que gasté en el ticket.
Papá Dios
simplemente se pasa y solo puedo decirte:
Haz tú lo creíble y Dios hará lo increíble. ¡Deja
que Dios sea Dios en tu vida!