miércoles, 29 de febrero de 2012

Dejando que Dios sea Dios


En los casi 6 meses que llevo en España he podido darme cuenta que la razón por la cual estoy en este país no es solo para hacer maestría y formarme profesionalmente. Además de que ha sido un crecimiento en cada aspecto de mi vida tanto personal como espiritual, he entendido que Dios en su plan perfecto me necesitaba de este lado del charco.

Desde que llegué a Barcelona, estuve buscando un grupo carismático al cual integrarme para seguir haciendo las cosas que hacía en Santo Domingo, pero El quería que todo fuera diferente. Aquí estoy sirviendo en cosas que allá decía que no me interesaban… soy catequista de adolescentes de 11 y 12 años, me ha tocado danzar en una Eucaristía (si, increíble pero cierto) y además pertenezco a un grupo de jóvenes, no carismático, pero bastante bueno.

Hace unos meses atrás Carlos Cabrera, quien está haciendo Maestría en Madrid, me invitó a que colaborara con él en un Curso Felipe que estarían realizando como inicio de un grupo de oración. Acepté sin pensarlo y lo dejé en manos de Dios…

Resulta, que ayer me avisa que lamentablemente no podrán pagarme el ticket para Madrid porque han tenido muchos gastos y se han salido del presupuesto. Al terminar la llamada, quede un poco triste y con esa sensación en el corazón de no dejes de ir. Empecé a tirar cálculos y de verdad, si compraba el ticket iba a quedar muy corta para este mes… y así mismo me llegó a la mente los tantos malabares que he tenido que hacer con el dinero desde que llegue aquí, especialmente para viajar, y gracias a Dios NUNCA ha faltado comida en nuestra mesa.

Le comente a Quique por BB sobre lo ansiosa que estaba y el sólo me contestó lo siguiente:

“Haz tus maletas y mentalízate que vas (en Fe), que Papa Dios proveerá, yo no sé cómo, pero dile si Tu quieres que yo vaya, yo voy. Si te provee para disfrutar porque no para predicar” y concluyó diciéndome: LA FE NO ES PEDIR EL DINERO, LA FE ES HACER LAS MALETAS…

Y así lo hice, compré el ticket sin preocuparme en lo que podía venir después… y como tengo un Papá que obra de forma rápida y eficaz, esta mañana me pagaron una proporción de lo que había  trabajado (no me lo esperaba) y minutos más tarde me llamo Carlos Cabrera informándome que me darían una ayuda para el transporte. Lo más increíble de todo es que la respuesta llegó en menos de 12 hrs y sumando las dos cosas da más de lo que gasté en el ticket.

Papá Dios simplemente se pasa y solo puedo decirte:

Haz tú lo creíble y Dios hará lo increíble. ¡Deja que Dios sea Dios en tu vida!

2 comentarios:

  1. Rosa tenemos un Diosito, que digo Diosito, un Diosaso que siempre sale con la suya. Cuando creemos tener un problema, no es mas que una oportunidad para el obrar... Hasta ayer le llamaba Jefe y, le trabaja como si yo fuera su funcionario: le pedía por todos; contaba como iban los demás y que necesitaban (y de mi muy poco). Pero ayer me hicieron caer en la cuanta de que tipo de relación llevábamos... de que no era Jefa como tal, sino mas bn un amigo, el que suele estar conmigo en las buenas y que como en tu caso sabe meterme la mano en las malas... y permitirle ser Dios.

    P.d: recuerda el cual ere el propósito del viaje de Pablo a Damasco y como cambio todo: Nuestro planes no son los suyos...

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  2. Asi es Gabriel... sus planes siempre son mejores que los nuestros! :D

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