La vida te va
dando la oportunidad de conocer personas maravillosas. Seres que llegan de una
forma inimaginable, que te regalan su amistad y que vienen para quedarse para
siempre.
Wandy, es
una joven de Sabana Grande de Boyá, un municipio de Monte Plata. La conocí
en 2005 cuando fue elegida para representar su distrito en la Conferencia
Internacional de las Américas (CILA) cuando estuve de voluntaria en la Unidad
de Modelos de las Naciones Unidas de la Secretaría
de Educación. ¡Qué tiempos aquellos! Tuve la oportunidad de conocer muchos jóvenes
muy preparados, dispuestos a dar lo mejor de sí para salir adelante.
Wandy era
uno de esos jóvenes. Su representación en el CILA fue brillante, lo que le permitió
ser seleccionada para formar parte de la delegación dominicana en un Modelo de
la ONU en Argentina. Allí también se destacó muchísimo. El siguiente paso fue
ser Secretaria General del primer Modelo de la ONU de la Secretaría
de Educación. Esta chica aparte de ser súper inteligente y educada, tenía algo
que no la dejaba pasar desapercibido, la forma tan correcta de como hablaba y
daba su discurso era impresionante.
En su representación
como Secretaria General todos quedamos impresionados, fue tan tal que la
Ministra de Educación se quedó con la boca abierta al escucharla y le ofreció una
beca para estudiar la carrera que quisiera en una universidad privada de Santo
Domingo.
Gracias a
esa beca Wandy tuvo la oportunidad de estudiar Medicina en INTEC y hace unos días
pudo hacer su sueño realidad. Luego de 6 largos años pudo graduarse de su
carrera. Este es un logro más para nuestra familia, porque ella es una más de
nosotros. Ella al ir a estudiar para Santo Domingo no tenia donde vivir y guela
Yolanda le abrió las puertas de su casa, y todos nosotros le abrimos las
puertas de nuestro corazón.
Hoy le
dedico estas líneas para expresarle de nuevo lo orgullosa que estoy de ella,
que todos nosotros estamos de ella. Es un ejemplo de cuando se quiere algo, y
se trabaja para ello, se puede lograr y con grandes frutos. Wandy, no solo has
ganado una carrera y aumentado tu vocación por la medicina, sino que también has
ganado nuestros corazones y una familia que te quiere con el alma.
El cielo es
el límite! Pa’ lante manita! J
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