Hace 3 años
me enganché a esta linda tradición de Corpus Christi.
Cada año es
igual y diferente a la vez, igual porque la esencia es la misma: porque los
claustros y patios interiores de las Iglesias y museos del centro se llenan de
flores y colocan en las fuentes el huevo que baila al son del chorrito que
sale. Diferente, porque aunque cada ano veas lo mismo, se siente un aire
distinto.
Esta fue la
tercera vez que lo vi y me encanto como la primera vez… J
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