Hoy es uno de esos días que la dominicanidad
brilla hasta más no poder, a tal punto, que sientes vergüenza ajena.
Hoy acudí con Amorino, a una misa en la Iglesia
de Las Mercedes de Barcelona, donde iban a ubicar una imagen de la Virgen de la
Altagracia. La primera en Cataluña (Otras partes de España ya cuentan con la imagen
de la Protectora de RD).
La Eucaristía fue presidida por el Monseñor Ramón
de la Rosa y unos cuantos sacerdotes de Barcelona y RD que vinieron para esta
actividad. Además estuvo presente la vicepresidenta, Margarita Cedeño y
miembros importantes del Banco Popular. Al parecer el consejo episcopal y el gobierno están intentando ubicar una
imagen de nuestra patrona en las principales ciudades del mundo. Una idea muy bonita,
pero que en el fondo, sabemos que reina mas el politiqueo que el deseo de
llevar a nuestra virgencita a los confines de la tierra.
¿Por qué pasé vergüenza ajena?
Porque en la hora y media de “misa”, hubo momentos que sentí que no estaba en misa,
entre que se hicieron varios discursos agradeciendo la labor de varias personas
presentes (incluyendo lagrimas de “emoción”), que un cierto cantante tenor
canto “Ave María” como si fuera un concierto, que unas niñas hicieron un baile
que parecía mangulina o palos y para rematar, la Eucaristía terminó cantando el himno nacional. De verdad que no dejaba de
sorprenderme y avergonzarme mientras
pasaba el tiempo.
Creo que fui la única ilusa, que pensaba que
iba a un acto de bendición y cristiandad, donde reinaría la armonía y la paz, y
se dejarían a un lado la politiquería y el proselitismo, pero no fue así.
Al inicio de la misa, el Padre dijo que era un
milagro que estuviéramos ahí, que se hiciera realidad el poder depositar la
imagen de la virgen justo hoy en Barcelona y, que sobre todo, no olvidaríamos este
día. Realmente tenía razón, nunca olvidaré esta tarde “tan
especial” y en el fondo fue un milagro que me quedara ahí hasta el final de la
misa.
Ay Señor, que especiales somos los dominicanos,
donde quiera que vamos y/o estamos tenemos que dejar huellas!
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