martes, 1 de marzo de 2016

Pequeños detalles, grandes obras


Siempre dicen que es bueno hacer resumen del día. Sacar balance de lo bueno y malo sucedido, dar gracias y dormir en paz.

Yo de verdad, que no lo hago, pero hoy hago un stop porque me han pasado dos cositas que vale la pena destacar.

Al mediodía cuando fui a la cocina a comer una compañera de trabajo, me dice muy entusiasmada que tiene algo para mí de postre. Me encantan los dulces, creo que no es algo muy difícil de darse cuenta. Sin embargo, lo que me sorprendió es que me dijera que cuando estaba pidiendo su comida, al ver que había ese postre pensó en mí y lo pidió. Con muchísima ilusión me lo dio, y con muchísima mas ilusión me lo comí. Era como una natilla de queso, buenísima!!!

Lo otro, fue que cuando llegue a casa y vi el buzón había un sobre dorado. Cuando abrí y vi que el remitente era Blannier me puse súper contenta. Hace unas semanas nos pidió a Dante, Dani  y a mí nuestra dirección. Pensaba que iba a enviar algo de la boda, tipo “save the date”, sin embargo no fue así, era una tarjeta de San Valentín, del día de la amistad. Como en los viejos tiempos… en lo que llevo en Barcelona creo que nadie me había enviado un detalle así de San Valentín. Me sorprendió y me encantó, hasta las lágrimas me sacó.

Gracias Dios por este martes tan especial que me has regalado, haciendo que personas me alegren el día con tan pequeños detalles que en el fondo calan en el corazón como grandes obras. J

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