Siempre dicen
que es bueno hacer resumen del día. Sacar balance de lo bueno y malo sucedido,
dar gracias y dormir en paz.
Yo de
verdad, que no lo hago, pero hoy hago un stop porque me han pasado dos cositas
que vale la pena destacar.
Al mediodía
cuando fui a la cocina a comer una compañera de trabajo, me dice muy
entusiasmada que tiene algo para mí de postre. Me encantan los dulces, creo que
no es algo muy difícil de darse cuenta. Sin embargo, lo que me sorprendió es
que me dijera que cuando estaba pidiendo su comida, al ver que había ese postre
pensó en mí y lo pidió. Con muchísima ilusión me lo dio, y con muchísima mas ilusión
me lo comí. Era como una natilla de queso, buenísima!!!
Lo otro,
fue que cuando llegue a casa y vi el buzón había un sobre dorado. Cuando abrí y
vi que el remitente era Blannier me puse súper contenta. Hace unas semanas nos pidió
a Dante, Dani y a mí nuestra dirección. Pensaba
que iba a enviar algo de la boda, tipo “save the date”, sin embargo no fue así,
era una tarjeta de San Valentín, del día de la amistad. Como en los viejos
tiempos… en lo que llevo en Barcelona creo que nadie me había enviado un
detalle así de San Valentín. Me sorprendió y me encantó, hasta las lágrimas me sacó.
Gracias
Dios por este martes tan especial que me has regalado, haciendo que personas me
alegren el día con tan pequeños detalles que en el fondo calan en el corazón como
grandes obras. J
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