Una mujer exquisita no es aquella que más
hombres tiene a sus pies, si no aquella que tiene uno solo que la
hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni
la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello
más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y
abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no es aquella que tiene
más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su
sueño temporalmente por hacer felices a los demás.
Una mujer interesante no es aquella que se
siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia, es aquella
mujer firme de carácter que puede decir NO.
Y un HOMBRE… UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que
valora a una mujer así...
Que se siente orgulloso de tenerla como
compañera...
Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo
toca su amado instrumento…
Que lucha a su lado compartiendo todos sus
roles, desde lavar platos y atender tripones, hasta devolverle
los masajes y cuidados que ella le prodigó antes...
¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque... ¡Tonto y mil veces tonto es el hombre que come en la calle, teniendo un exquisito manjar en casa!
*Fragmento de
Gabriel García Márquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario