Eat pray love

Hoy vi esta película por segunda vez. Recuerdo que fui al cine a verla y que no me llenó del todo, a pesar de que fue entretenida y que te pone a reflexionar sobre ti, me la encontré larga y hasta un poco aburrida. Esta vez no fue así. Me hizo muchísima ilusión ver de nuevo la parte en la que está en Roma, disfrutando de los placeres de la vida, beber y comer.  Yo estaré ahí dentro de poco, haciendo realidad uno de los viajes de mi vida.

No sé por qué, pero tengo una pasión indescriptible por Italia. Desde pequeña identifique el amor por la pasta, siendo los platos italianos mi comida favorita. Y el idioma siempre me ha gustado, lo encuentro más lindo que el francés, que supuestamente es el idioma del amor.

En diciembre estuve en dos ciudades de Italia, Milán y Verona, y como dicen los españoles simplemente flipé (enloquecí)… me enamoré de todo. Las calles, los edificios, las iglesias, los ríos, los paisajes pintorescos, la gente, los gelatos,  la comida… uff la pizza!

Volviendo  a la peli, quiero compartir esto que Liz (Julia Robert) dice al final sobre la regla de la Física de la Búsqueda. A veces nos pasa que perdemos el sentido de nuestra existencia… se las lleva situaciones que pasamos o personas que por x ó y razón ya no están en nuestras vidas. Nos aferramos a cosas que vivimos en el pasado y que traemos al presente y no nos permiten ser completamente feliz o vivir en plenitud. La paz que tú y yo necesitamos hoy, solo depende de una sola cosa, de nuestra propia voluntad. Que decidamos seguir adelante sin importar quién, qué o cómo….

La regla de la Física de la Búsqueda dice:

“Si tienes el valor para dejar atrás todo lo conocido y cómodo que puede ser, desde tu casa hasta viejos rencores y emprendes un viaje buscando la verdad, externa o internamente, y estas dispuesto a tratar todo lo que te pase como una pista y aceptas a todo el que encuentres como un maestro, y si estás preparado, más que nada, para encarar y perdonar realidades muy difíciles sobre ti, la verdad no se te ocultará”