lunes, 24 de octubre de 2011

Crónica de una lluvia anunciada


El sábado por la tarde Conny y yo decidimos lavar. La lavadera en este humilde hogar es todo un proceso…  tenemos una lavadorita pequeña, rara y bien fea... pero resuelve! No es como allá que le vas asignando el tiempo de lavado, enjuague y centrifugado, aquí es por programas con un tiempo x. Siempre usamos el programa de 30 minutos, para mayor rapidez además ahorramos agua y energía. ¿Por qué digo que es todo un proceso? porque a diferencia de allá, aquí no hay lavadero… la lavadora está en la cocina… si, así como lo oyes, literalmente al lado del fregadero. Lo que quiere decir que si quieres lavar algo a mano debes lavarlo en la bañera. Además los tendederos están uno en mi ventana (al estilo las películas, con una poleita vas halando el cordel) y el otro en el balcón. Que incomodo, verdad?

Por ende, todo lo echamos en la lavadora! (Sorry mami, cero complicaciones. Si se rompen las blusitas se compraran mas)…. Como ya se está sintiendo el friito nos indicaron que para esta época se lava poco, porque la ropa dura mucho para secarse y además llueve mucho. Dicho y hecho…  el sábado en la tarde no se secó todo y decidimos dejar todo tendido (con anterioridad en las noches tendíamos cosas y amanecían secas). En esta ocasión no fue así, para nuestra sorpresa había llovido y se mojó todo. Recogimos la ropa y decidimos tender todo dentro de la casa (sabanas, jeans, blusitas, medias, toallas, etc). ¡Que reguero e incomodidad!

Esta mañana salió el sol y sacamos todo de nuevo, con la esperanza de que se secaran pero empezó a nublarse y Conny me dice: “Rosalía, vamos a recoger la ropa”, yo le digo “ahora la recogemos” porque estábamos terminando de hacer algo. No pasaron 3 minutos cuando empezó a llover con fuerza… no lloviznitas ni nada por el estilo… gotas que mojaron la ropa de nuevo… se armó el juidero con la recogedera y volver a tender todo en la casa. ¡Lo lindo es que cuando terminamos de tender todo ya la lluvia había parado y hasta había aclarado de repente! 

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